martes, 1 de enero de 2013

Caes.

¿Qué sucedería si la magia quisiera morir?
¿Y si todas las personas cerrasen los ojos?
Somos polvo en el universo.
¿Y si una mota de polvo no quiere seguir viviendo?
Si una mota de polvo cae, detrás caen muchas más.
Efecto dominó.

Incredulidad.
Asumirlo lleva horas.
Después, caes.
Caes en una oscuridad que no existe, en un estado neutro, excesivamente neutro.
Efecto dominó.

De repente, llega.
Algo. Nunca lo habías sentido antes.
Comienzas a temblar.
¿Pueden taparse las lágrimas con maquillaje?

Tu vista se nubla, solo sientes que tiemblas.
Tiemblas y lloras. No existe nada más.
Tu cuerpo se contrae, has perdido el control.
La respiración se acelera cada vez más, no puedes controlarla.
Algo explota dentro de ti.
Efecto dominó.

Caes. Esta vez, al suelo.
No puedes hacer nada, solo esperar que tu cuerpo sea fuerte.
La calma poco a poco llega.
Te pones en pie, torpe, triste, sucia.
Agua fría.

Si no puedes controlar tu propio cuerpo, ¿cómo controlar el dolor?
Cuando una mota de polvo cae, no cae solo ella.
Deja un vacío.
Sangriento vacío.

Nunca me había dolido el alma.
Hasta hoy.

1 comentario:

  1. No se si leerás esto, o no. O si tienes el Blog abandonado como terminamos haciendo tantos con nuestros sitios. He visto un comentario tuyo en mi blog de hace un par de años y me he pasado por aquí, por curiosidad mayormente, y me he encontrado de bruces con textos serios y "dolorosos" al leerlo, enhorabuena. Un saludo.

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